The pretender vs. Can't stop
La música consiste en el arte de provocar sensaciones físicas y anímicas similares, en distintas personas y al mismo tiempo. En esta ocasión, presentamos dos grandes éxitos de dos grandes bandas: The Pretender de Foo Fighters y Can’t Stop de Red Hot Chilli Peppers.
Echoes, Silence, Patience & Grace es el sexto álbum de Foo Fighters y uno de los mejor acogidos tanto por la crítica como por el público. En “The pretender” se asientan en la primera vertiente, con una pieza hard-rock de guitarras, contundente percusión, rabiosa vocalidad, varianzas de tempo que sosiegan puntualmente la bravura rítmica, juegos vocales, y un estribillo directo que parece contener o un mensaje político o unas reflexiones sobre la propia fortaleza individual tras el abandono o liberación amorosa. Grohl continúa con su rápido ritmo de voz pero en este disco también muestra un ritmo más suave.
Ante la crítica, la banda, Hawkins, Mendel, Shiflett y Grohl, encontró el equilibrio perfecto. La madurez dio concentración de una buena composición consistente, letras fuertes, sin tener que abandonar la impulsividad que acompaña a la fuerza de Foo Fighters.
Los Red Hot Chili Peppers siempre han tenido un picante basado la voz melódica de Anthony Kiedis. El Funk está aún presente, aunque de una manera más sutil y discreta. "Cant Stop" lleva el ADN de los rhcp. En este tema, se intuyen ecos lejanos del clásico Blood Sugar Sex Magik, apoyado en el rapeo de Kiedis durante los versos y un riff repetitivo pero con encanto, desembocando en un par de líneas melódicas durante el estribillo. Simplemente, es una muy buena canción de rock alternativo en su vena más accesible.
La energía inconmensurable que desprenden casi todos los temas de Foo Fighters, en mi opinión, pesa más. Lo que más me gusta de Foo Fighters es su actitud "in your face", como podría decirse. La culpa recae especialmente en las guitarras de Dave Grohl y Chris Shiflett y la voz de Dave, desgarrada, agresiva y aun así cargada de emoción, que complementan perfectamente a la sección rítmica formada por Nate Mendel a las cuatro cuerdas y Taylor Hawkins en la batería.
Aqui les dejamos ambas canciones para que las disfruten.